Cuidar a quienes más lo necesitan

4 noviembre 2022

El día 5 de noviembre se dedica a reconocer la labor de aquellas personas que se ocupan del cuidado de los demás. Las personas cuidadoras atienden a otras a mejorar su calidad de vida ya sea por enfermedad, discapacidad o por edad avanzada.

San Juan de Dios es una institución especialista en cuidar siguiendo el ejemplo de su fundador, que desarrolló una cultura de cuidados basada en la acogida, preocupándose del otro para hacerle sentir mejor.

Los profesionales que trabajan en los centros de San Juan de Dios cuidan de las personas atendidas en todos los ámbitos, sin embargo, hay que prestar especial atención a todas las personas cuidadoras dentro del ámbito familiar que acompañan y cuidan a sus familiares, en la mayoría de casos, sin formación sanitaria. Esas personas cuidadoras que, la mayor parte de las veces, anteponen el cuidado de la persona dependiente a su propia vida familiar y personal, y que, sin ser profesionales, intentan mejorar la calidad de vida de sus familiares a cargo, preocupándose de los aspectos básicos que les hagan sentir mejor como el aseo personal, las posturas adecuadas, la alimentación y procurarles sus pautas de medicación y controles médicos.

El cuidado implica también el estado emocional de las personas atendidas, intentando que estén contentas, satisfaciendo los pequeños deseos que puedan tener y dándoles soporte espiritual, si es el caso. En definitiva, ofrecerles compañía y cariño.

Iniciativas de soporte a personas cuidadoras en nuestros centros

Pero la persona cuidadora también necesita conocimientos básicos o refrescarlos además de conocer nuevas técnicas para el cuidado de los pacientes. En muchos de los dispositivos hospitalarios se han organizado escuelas o aulas de formación en las que los profesionales de San Juan de Dios enseñan, atienden y dan soporte a las personas cuidadoras. En el Hospital de León han elaborado una serie de vídeos y fichas para facilitar la compleja labor que supone en muchas ocasiones cuidar de un paciente dependiente. En el Hospital del Aljarafe realizan talleres y jornadas donde profesionales sanitarios y cuidadores intercambian experiencias. Desde Barcelona, el hospital maternoinfantil ofrece contenidos sobre salud maternoinfantil y hábitos saludables para la formación de familias, cuidadores y docentes; y periódicamente, organizan charlas, webinars, jornadas, talleres y cursos adaptados a las necesidades formativas actuales para el cuidado de niños, adolescentes y embarazadas. El Parc Sanitari creó, hace más de 10 años, la Escuela de Cuidadores con el propósito de aportar herramientas necesarias para facilitar la labor de la persona cuidadora.

Por otro lado, y desde la propia experiencia de atención a enfermos en situación de final de vida tanto en el domicilio como en las Unidades de Cuidados Paliativos de nuestros hospitales, en San Juan de Dios también se ofrecen programas o espacios específicos para todos aquellos familiares, cuidadores y voluntarios que realizan esta labor tan difícil como es el cuidar a una persona en su enfermedad en el final de su vida. Santurtzi, Madrid, Zaragoza, Pamplona, Palma, Barcelona y Sant Boi disponen de profesionales específicos para esa atención psicológica, social y espiritual de los pacientes y sus cuidadores.

La Orden Hospitalaria, en el año 2011, creó la Fundación de Atención a la Dependencia San Juan de Dios (FAD SJD) en Barcelona para mejorar la calidad de vida de las personas en sus propias casas. Desde entonces, se ofrece un servicio de atención domiciliaria con cuidadores. Algunos de ellos formados en la propia Fundación ya que imparten cursos a personas vulnerables, en riesgo de exclusión, para que puedan desarrollarse como cuidadores profesionales. Es el caso de Plácido, cuidador por vocación porque desde siempre le ha gustado sentarse con personas mayores a escuchar sus vidas y sus historias. Plácido nos cuenta que “trabajar en la Fundación de Atención a la Dependencia es una gran oportunidad, se preocupan tanto del bienestar de los/las trabajadores/as como de las personas que reciben los servicios, valoro especialmente lo acompañadas que se sienten. Están muy contentas y agradecidas de que se les escuche y acompañe de manera respetuosa. Es una experiencia que me llena y me hace sentir feliz. Les escucho y me escuchan.” En 2021 se atendieron a 563 personas en domicilio, casi un 40% más que en 2020 y se ofrecieron 136.900 horas de servicio. La FAD SJD formó el año pasado a 136 alumnos, en su mayoría mujeres, e insertó laboralmente a 127 personas.

Plácido Carmona, cuidador de la Fundación de Atención a la Dependencia SJD

San Juan de Dios fue un gran cuidador, ofreciendo atenciones a muchas personas y en múltiples situaciones, por lo que hoy, Día Internacional de las Personas Cuidadoras, la Orden quiere reconocer el trabajo de todas las personas cuidadoras, profesionales o familiares, dedicadas a cuidar a quienes más lo necesitan.

Fátima es estudiante de Enfermería. Se acercó al Hospital San Juan Grande de Jerez porque buscaba un sitio dónde poder completar su formación haciendo prácticas este verano, pero cuando conoció la Residencia de Mayores, decidió que invertir su período vacacional en acompañar a nuestros mayores.

Conversar con ellos durante las sesiones de fisioterapia, acompañarles durante los paseos por el jardín, jugar o leer con ellos también es CUIDAR.


Francisco acompaña a las personas atendidas que están solas o facilitando un poco de descanso a los familiares cuidadores en el Hospital San Juan de Dios de Pamplona.



El Hno. Ramón Martín colaboró en su momento en la formación de profesionales y familiares aportando su experiencia y algunas herramientas necesarias para facilitar la labor de las personas cuidadoras.


Los mayores de la Residencia de Mayores San Juan de Dios de Sevilla reciben cada día el torrente de cariño con el que los profesionales los cuidan. Un afecto que es recíproco a juzgar por la alegría que desvelan los rostros de estos compañeros.


Elena, cuida de su tío: lo mejor de cuidar es la ternura que me produce y la satisfacción de poder darle un poco de alegría, de compañía. Verle sonreír o abrazarme.


Dilcia Betancourt trabajó durante 11 años en otro ámbito que no tenía nada que ver con la atención a la dependencia y en el que sufría mucho estrés.

Por circunstancias personales empezó a trabajar en el sector de la atención domiciliaria. Poco a poco, descubró una vocación en la que se ha profesionalizado. No es solo dar servicio, sino interesarse por la persona que está ahí. Se siente muy bien y agradecida con este trabajo porque es muy humano. El cambio ha merecido la pena.

En la Fundación de Atención a la Dependencia San Juan de Dios se siente respaldada de forma integral, profesional y personalmente. El apoyo ante las situaciones que surgen no es superficial, pues se tiene en cuenta cómo se siente cada uno. Definitivamente, los valores de San Juan de Dios coinciden con sus propios valores personales.