La salud mental, ejemplo del amor de San Juan de Dios

21 marzo 2022

La Orden Hospitalaria lleva casi 500 años atendiendo la salud mental con un modelo de atención integral, pionero en sus inicios, y que día a día sigue buscando la excelencia e innovación para mejorar constantemente la atención que se presta a las personas que sufren trastorno mental.

Desde que Juan de Dios, fundador de la Orden Hospitalaria, asistiera y acompañara a los enfermos más marginales en la Granada del siglo XVI, la atención a la enfermedad mental es una de las principales áreas de la Orden Hospitalaria.

Como señala Álvaro Pico, coordinador del ámbito asistencial de la Salud Mental para la Orden en España y actual director médico en la Clínica Nuestra Señora de La Paz de Madrid y el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, “nuestro modelo asistencial se sustenta en los principios fundamentales de la Orden, situando a la persona asistida en el centro de interés, impulsando su asistencia integral, bio-psico-social, considerando la dimensión espiritual como elemento esencial de la misma, promoviendo y defendiendo sus derechos y su dignidad. Para lograrlo trabajamos con equipos multidisciplinares en los que se ofrece una atención individualizada y completa, teniendo siempre presente el binomio paciente-familia”.

Multidisciplinariedad y especialización

Esa atención multidisciplinar es un denominador común en todos los centros de la institución, constituida por médicos psiquiatras, médicos generalistas, psicólogos clínicos, enfermeros especialistas en salud mental, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, trabajadores sociales, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, técnicos de integración y personal del Servicio de Apoyo Espiritual y Religioso, además de todo el soporte de profesionales no asistenciales.

Esta dimensión integral ha ayudado mucho a Javier, del Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga, quien siente que la unión psiquiatra-psicólogo ha sido fundamental para recuperarse de una fuerte depresión: “me han ayudado mucho y cada vez me voy encontrando mejor”.

Papel fundamental juega la especialización. Como destaca Pablo Plaza, director de Enfermería del Centro de Ciempozuelos y de la Clínica madrileña, disponer también de enfermeros especialistas en Salud Mental contribuye a una atención de calidad basada en tres pilares fundamentales: asistencial, docencia e investigación. De tal modo que se facilite la construcción de una relación de confianza con los pacientes, para que se puedan cumplir los objetivos rehabilitadores propuestos, en los que interviene ese equipo multidisciplinar.

Hospitalidad, un legado único

María Ribas, psicóloga y coordinadora de la Unidad Terapéutica del Centro Educativo Els Til·lers del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, destaca también la especial sensibilidad de la Institución en la atención a las personas que conviven con un problema de salud mental. “Los valores de nuestra organización, basados en la Hospitalidad, incluyen un trato digno, respetuoso, profesional, eficiente y, sobre todo, humanístico e integral hacia aquellas personas que experimentan sufrimiento emocional y que se encuentran en situaciones de fragilidad, en una sociedad en la que aún está muy presente el estigma respecto a los trastornos mentales”.

Además, más allá del diagnóstico previo, Blanca Rosa Benito, directora de recursos sociosanitarios de la Ciudad San Juan de Dios de las Palmas, asegura que “se pueden identificar cuáles son estas necesidades y demandas, tratando de comprender y entender sus trayectorias de vida, sus circunstancias culturales y sociales, sin ningún tipo de prejuicio y, sobre todo, centrándonos en conocerlos como persona”.

Por eso, José Antonio Ramos, usuario del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, sonríe cada vez que habla de la imprenta. En esta actividad ha encontrado su motivación e ilusión, y se encuentra feliz llevándola a cabo junto a sus compañeros.

Adaptándose a los tiempos

La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un claro aumento de las enfermedades mentales. Como señala Elvira Conde, directora-gerente de los centros madrileños de San Juan de Dios de salud mental, explica que “esta situación nos ha hecho aumentar aún más nuestra atención adaptándonos a las nuevas necesidades demográficas, a los cambios epidemiológicos dentro de la psiquiatría, al nuevo papel del paciente en la vivencia de su enfermedad y al uso de nuevas tecnologías para el proceso de atención sanitaria”.

El objetivo de los centros de Salud Mental de la Orden es terapéutico y rehabilitador, explica la directora-gerente. “Para ello, trabajamos para abandonar ideas de institucionalización, impulsando la integración de estas personas en la sociedad a través del fomento del empleo en nuestros Centros Especiales de Empleo, y favoreciendo la vida en comunidad a través de pisos tutelados, buscando el retorno a la comunidad en los casos en que sea posible. Ahora nos encontramos ante centros modernos y abiertos, lejos de los entornos oscuros de hace años”, afirma con seguridad.

Un claro ejemplo es J.M.M., usuario del Hospital San Juan de Dios de Arrasate desde 2016, que explica: “He mejorado en mi enfermedad, ya no escucho voces, y he dejado de consumir. En este hospital me han dado herramientas para poder afrontar mis miedos, llegando a viatjar yo solo a Madrid para poder visitar a mi madre y familiares”.

David Merchante lleva once años siendo tratado en Sant Joan de Déu Terres de Lleida y ahora lo tutela la Fundació Germà Tomàs Canet, que le está guiando en su inclusión laboral. Destaca la atención de todo el personal, que siempre están allí y le han ayudado a buscar proyectos para su bienestar. “Ahora estoy muy bien. Pronto empezaré en un servicio prelaboral y mi meta es llegar a trabajar”.

En todo este proceso, Izaskun Antizar Moro, psiquiatra y directora médico de los hospitales de San Juan de Dios de Mondragón y de San Sebastián, añade que es fundamental la información y el acompañamiento de la familia del paciente, realizando un abordaje rehabilitador, fomentando espacios para la reflexión personal, intentando siempre la integración completa en el entorno social de la persona, pero atendiendo a sus necesidades residenciales.

Esta atención a las familias es altamente valorada por ellas. Como el caso de Laura, cuya sobrina tuvo que ser ingresada de urgencia en el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, y cuenta: “quiero mostrar todo mi agradecimiento a esta unidad de crisis, ya que nos ha servido de mucha ayuda. San Juan de Dios nos dio respuesta en ese momento en el que no sabes qué hacer con un adolescente con estos problemas, ya que te cierran las puertas”.

O como el caso de una joven adolescente del recurso a domicilio, de reciente creación en Barcelona, que ha sentido la disponibilidad y la ayuda de todo el personal cuando lo ha necesitado.

“San Juan de Dios es mi casa”

Joaquín Meléndez, director de Enfermería del Centro Asistencial de Málaga destaca el crecimiento personal que supone trabajar con estos usuarios. Un trabajo duro en muchas ocasiones y que te hace mirar hacia tu interior y descubrirte, pero que le atrapa, destacando que “ellos nos aportan mucho en nuestra manera de ver la vida”.

Rocío Palenzuela, coordinadora de rehabilitación psiquiátrica del Centro Asistencial palentino, asegura que “trabajar en San Juan de Dios es acoger. Recibo las necesidades de todos, sin excepción, como uno de los mayores ejemplos de humanización y hospitalidad que existen. Nosotros trabajamos la parte sana y percibimos, a través de la escucha, todas sus libertades”.

A su lado asiente Isabel. Lleva 12 años en el centro palentino por un trastorno de la personalidad y asegura que vivir aquí es un regalo. Sólo pide amabilidad, ser tratada como cualquier otra persona, que no haya barreras y que la sociedad no sienta lástima. “Aquí he aprendido a estar contenta conmigo misma y no me cambio por nadie. Para mí, San Juan de Dios es mi casa”.

Una mirada al futuro

En San Juan de Dios más de 100 profesionales trabajan en seis líneas de investigación en salud mental, entre ellas depresión y epidemiología del trastorno mental y envejecimiento. Además, se atienden unidades psiquiátricas en el sistema penitenciario de Cataluña y también se dispone de equipos de atención psiquiátrica para personas sin hogar e inmigrantes.