La situación en Ucrania sigue siendo muy complicada. En Drohobych, al oeste del país, los Hermanos de San Juan de Dios mantienen su intensa actividad social y sanitaria con personas mayores y en situación de dependencia, a la que se suma desde el comienzo del conflicto bélico el apoyo humanitario a miles de refugiados huidos de la guerra.
Actualmente San Juan de Dios presta atención domiciliaria a 450 personas en situación de vulnerabilidad en Drohobych, a las que visitan periódicamente, ayudándolos en tareas de la vida cotidiana y la medicación que requieran. Además, dos veces por semana se reparten en la parroquia cientos de paquetes con alimentos y productos de higiene a familias refugiadas, la mayoría con varios niños a su cargo, que no cuentan con ningún tipo de sustento.
Esta ayuda es posible gracias a la campaña internacional de San Juan de Dios de recogida de fondos, que en España coordina Juan Ciudad ONGD. En la última reunión de la Comisión de Emergencia de San Juan de Dios para la Ayuda a Ucrania, el Hno. Pawel Kulka contó que “el transporte de la ayuda se realiza desde Polonia y lleva mucho trabajo de organización y gestión, pero funciona bien y estamos pudiendo llevar lo que se necesita”.

Kulka también explicó que cada transporte incluye algo más de una tonelada de peso, y en los últimos envíos realizados en diciembre y enero se han llevado alimentos, ropa de abrigo, generadores de electricidad y estufas. Esto permitió que durante las Navidades los Hermanos de Drohobych hayan podido continuar con el reparto de ayuda, que incluye también algunos colegios y un orfanato donde se alojan cientos de mujeres y menores refugiados.
Por otro lado, debido a que la falta de electricidad es uno de los problemas más graves que sufren desde hace semanas, los hermanos conjuntamente con el padre Miroslaw Lech de la Parroquia de San Bartolomé Apóstol habilitaron la torre del edificio como espacio de reposo para vecinos y refugiados. Tras dotar el lugar de calefacción y electricidad –gracias a los generadores que se han podido comprar y llevar con las donaciones–, cientos de personas acuden durante el día a descansar y calentarse, tomar un té y cargar sus móviles.
Estas Navidades, además, el Superior Provincial de la Provincia Polaca de San Juan de Dios, el Hno. Francis Salezy Chmiel, viajó hasta Drohobychpara compartir con los hermanos las distintas celebraciones. En Polonia, donde la Orden Hospitalaria cuenta varios centros sociales y sanitarios, también se presta alojamiento a más de 40 personas procedentes de Ucrania, entre ellas 20 niños y niñas, y se les ayuda con la manutención y gestiones diversas, cubriendo San Juan de Dios todos los costes.
De cara al futuro los hermanos están valorando la posibilidad de ampliar el envío de ayuda a algunas ciudades que han sido destruidas por el ejército ruso, ahora retirado, a las que han regresado miles de ciudadanos ucranianos. “En estos lugares no hay nada, así que estas personas necesitan de todo”, afirmó el Hno. Pawel Kulka.
La reconstrucción del país será lenta y larga y necesita también de nuestro apoyo.